Como de maravillosa, enorme, inolvidable, fervorosa y un
sinfín de adjetivos más podríamos calificar la Estación Penitencial de la
Cofradía en el pasado Viernes Santo. Fue todo un cúmulo de sensaciones que
desembocó en quizás el mejor desfile de la Hermandad en años.
En general ha sido una gran Semana Santa en Vélez-Málaga, en
la que la situación meteorológica acompañó desde el Domingo de Ramos hasta el
de Resurrección, por lo que todas las cofradías agrupadas pudieron realizar sus
desfiles brillantemente.
En lo que nos toca, hay que decir que una de las
preocupaciones que se tenía en nuestra Hermandad durante la Cuaresma, era si
seriamos capaces de llenar de nuevo nuestros dos tronos, pues se tenían bastantes bajas de horquilleros tanto por enfermedad o por motivos laborales.
Pero gracias al trabajo del equipo de jefes de trono y a la intercesión de
nuestros Sagrados Titulares, dio como resultado que el Viernes de Dolores
contábamos ya en el listado definitivo
con 250 horquilleros, igualando la cifra de años anteriores. A pesar de eso,
durante el lunes y martes santo, una decena de veleños más se añadieron para
faenar bajo nuestros varales, dando como resultado que los dos tronos han
llevado más gente que nunca, cosa que se notó en el procesionar de nuestras
“naves” en la noche del Viernes Santo.


Ya en Semana Santa, y más concretamente el Miércoles por la mañana, se procedió como venimos haciendo desde 2013, a la recogida de claveles rojos para adornar el trono del Cristo del Amor, esta cuestación popular se realizó por nuestras hermanas en las mesas situadas en diferentes puntos de la geografía veleña, resultando todo un éxito.
Por la noche, y a partir de las 22:30 horas, procedimos a
trasladar a nuestros Sagrados Titulares desde San Francisco hasta el Tinglado
en Plaza de la Constitución. Dicho traslado, lo realizó este año la sección del
Cristo del Amor, siendo portado este por un grupo de sus horquilleros, y la
Virgen de la Caridad, por un grupo de nuestras hermanas con las túnicas marrón
franciscano que lucen durante el Viernes Santo. Este traslado se realizó al
igual que el año pasado, acompañado de los rezos del “Via Matrix”, siguiendo
las estaciones de la Stma. Virgen en la “Vía Dolorosa”.
Después de trabajar en los tronos durante todo el día del
“Amor fraterno” y acudir a la primera
celebración del Triduo Pascual en la Iglesia de San Francisco, llegamos a la mañana del Viernes Santo, donde
se daban los últimos retoques a las imágenes y se encendía la candelería del
trono de la Virgen de la Caridad, para que las velas fueran haciendo pabilo.
A medio día, se abrió el tinglado para que devotos y
visitantes admiraran en trabajo realizado. Grupo de horquilleros revisaban sus lugares en los varales, que unas horas más
tarde ocuparían para ser los pies de
Cristo y de su Madre. Y se volvían a producir reencuentros anuales entre amigos
y hermanos.
Al termino de estos, en tornos a las siete de la tarde, la
Plaza de la Constitución se encontraba totalmente abarrotada de público ávido
de presenciar una jornada de procesiones que se presumía exitosa, pues la
temperatura era optima.

Con máxima puntualidad, a las siete de la tarde y treinta y
cinco minutos, la esplendorosa cruz guía de nuestra cofradía, se situaba en
medio de la Plaza Constitucional, seguida de la sección de penitentes del Stmo.
Cristo del Amor en su Sagrado Descendimiento.
En ese momento, uno de los jefes de trono, tomó la palabra
para dirigirse a las dos horquillerías y agradecerles su esfuerzo y devoción,
para a continuación rezar junto al Señor Párroco de San José, e iniciar la
salida del trono del Cristo del Amor a los sones de la Marcha Real, tras la que
sonaron la composiciones “Oración” y “Bendición”, interpretadas por la banda de
cornetas y tambores de la cofradía.

La tarde-noche comenzó de lujo, y así continuó durante toda
la Estación Penitencial. Reseñar una saeta espontanea desde un balcón en calle
Coroná, salida de la garganta de Loli Chicano, el solemne paso del trono del
Cristo por Plaza de San Juan de Dios, la curva de las cuatro esquinas de la
Virgen a los sones de “Caridad del Guadalquivir”, o el paso por la tribuna de
los pobres del Cristo del Amor mientras su banda interpretaba las marchas “Pasión, Muerte, Resurrección” y
“Ave María”.
Por su parte, de apoteósico cabría de clasificar el
discurrir del trono de la Virgen de la Caridad por la popular tribuna de los
pobres a los sones de “Mi Amargura”.

Así llegamos al encierro, que comenzó con los dos tronos
frente a frente e interpretando nuestra banda la marcha “Ave María” para
después y a los sones de “La Quinta Angustia” brillantemente interpretada por
“Las Golondrinas”, estos se embocaran hacía nuestro tinglado.
Una vez allí se pudo escuchar a la banda de la cofradía
tocar “María Sma. del Rocio” “Marcha Real” y “Oración”, con lo que se dio por
concluida una brillante Estación Penitencial en un Viernes Santo inolvidable.
No queremos finalizar esta crónica sin dejar de agradecer a
todas y cada una de las personas, que hicieron todo esto posible; hermanos,
horquilleros, penitentes, banda de cornetas y tambores Ntra. Sra. de la
Caridad, banda de música Las Golondrinas, las familias Andérica y Peña, policía
local, agrupación de cofradías, medios de comunicación y un largo etcétera. Personas
que con gran responsabilidad, devoción, y sacrificio, hacen posible que cada
primavera suceda el milagro de la Semana Santa veleña.