miércoles, 15 de abril de 2015

Un Viernes Santo inolvidable


     Como de maravillosa, enorme, inolvidable, fervorosa y un sinfín de adjetivos más podríamos calificar la Estación Penitencial de la Cofradía en el pasado Viernes Santo. Fue todo un cúmulo de sensaciones que desembocó en quizás el mejor desfile de la Hermandad en años.


     En general ha sido una gran Semana Santa en Vélez-Málaga, en la que la situación meteorológica acompañó desde el Domingo de Ramos hasta el de Resurrección, por lo que todas las cofradías agrupadas pudieron realizar sus desfiles brillantemente.


     En lo que nos toca, hay que decir que una de las preocupaciones que se tenía en nuestra Hermandad durante la Cuaresma, era si seriamos capaces de llenar de nuevo nuestros dos tronos, pues se tenían bastantes bajas de horquilleros tanto por enfermedad o por motivos laborales. Pero gracias al trabajo del equipo de jefes de trono y a la intercesión de nuestros Sagrados Titulares, dio como resultado que el Viernes de Dolores contábamos  ya en el listado definitivo con 250 horquilleros, igualando la cifra de años anteriores. A pesar de eso, durante el lunes y martes santo, una decena de veleños más se añadieron para faenar bajo nuestros varales, dando como resultado que los dos tronos han llevado más gente que nunca, cosa que se notó en el procesionar de nuestras “naves” en la noche del Viernes Santo.

 
 Ya en Semana Santa, y más concretamente el Miércoles por la mañana, se procedió como venimos haciendo desde 2013, a la recogida de claveles rojos para adornar el trono del Cristo del Amor, esta cuestación popular se realizó por nuestras hermanas en las mesas situadas en diferentes puntos de la geografía veleña, resultando todo un éxito.

     Por la noche, y a partir de las 22:30 horas, procedimos a trasladar a nuestros Sagrados Titulares desde San Francisco hasta el Tinglado en Plaza de la Constitución. Dicho traslado, lo realizó este año la sección del Cristo del Amor, siendo portado este por un grupo de sus horquilleros, y la Virgen de la Caridad, por un grupo de nuestras hermanas con las túnicas marrón franciscano que lucen durante el Viernes Santo. Este traslado se realizó al igual que el año pasado, acompañado de los rezos del “Via Matrix”, siguiendo las estaciones de la Stma. Virgen en la “Vía Dolorosa”.

     Después de trabajar en los tronos durante todo el día del “Amor fraterno” y acudir a la primera  celebración del Triduo Pascual en la Iglesia de San Francisco,  llegamos a la mañana del Viernes Santo, donde se daban los últimos retoques a las imágenes y se encendía la candelería del trono de la Virgen de la Caridad, para que las velas fueran haciendo pabilo.


   A medio día, se abrió el tinglado para que devotos y visitantes admiraran en trabajo realizado. Grupo de horquilleros revisaban sus  lugares en los varales, que unas horas más tarde ocuparían  para ser los pies de Cristo y de su Madre. Y se volvían a producir reencuentros anuales entre amigos y hermanos.

                        

     Ya por la tarde y en la conventual de San Francisco, celebramos a Muerte del Señor, Oficio que anualmente organiza nuestra cofradía con la ayuda de las demás hermandades residentes en dicho templo.

                          

     Al termino de estos, en tornos a las siete de la tarde, la Plaza de la Constitución se encontraba totalmente abarrotada de público ávido de presenciar una jornada de procesiones que se presumía exitosa, pues la temperatura era optima.


     Salió desde el interior de la Iglesia de San Juan la primera de las cofradías en realizar Estación de Penitencia, la Hermandad del Stmo. Cristo de los Vigías, que al paso de nuestro tinglado, su Hermano Mayor, Don Alberto Abad, colocó en el banderín de nuestra banda de cornetas y tambores, la “medalla de los Vigías” en gratitud por haber realizado la banda el año pasado, la salida a esta señera cofradía veleña, al llegar tarde, la agrupación musical que estos habían contratado.

     Con máxima puntualidad, a las siete de la tarde y treinta y cinco minutos, la esplendorosa cruz guía de nuestra cofradía, se situaba en medio de la Plaza Constitucional, seguida de la sección de penitentes del Stmo. Cristo del Amor en su Sagrado Descendimiento.

     En ese momento, uno de los jefes de trono, tomó la palabra para dirigirse a las dos horquillerías y agradecerles su esfuerzo y devoción, para a continuación rezar junto al Señor Párroco de San José, e iniciar la salida del trono del Cristo del Amor a los sones de la Marcha Real, tras la que sonaron la composiciones “Oración” y “Bendición”, interpretadas por la banda de cornetas y tambores de la cofradía.


     Una vez que el trono del Cristo del Amor se introdujo en la calles de las Tiendas, los colores rojos y morados invadieron la Plaza de la Constitución, en ese momento, el compositor y músico de la banda de música “Las Golondrinas” Don Martín Caro Rojas, hizo entrega a la cofradía de las partituras de la marcha procesional creada por este autor y dedicada a nuestra Virgen titulada “Reina de la Caridad” y recibiendo este, un cuadro con las fotografías de nuestros Sagrados Titulares. Así que, y como novedad, no sonó la clásica marcha Real en la salida del trono de la Virgen, sino que lo hizo a los sones de su primera composición para banda de música, a los sones de “Reina de la Caridad”.

      La tarde-noche comenzó de lujo, y así continuó durante toda la Estación Penitencial. Reseñar una saeta espontanea desde un balcón en calle Coroná, salida de la garganta de Loli Chicano, el solemne paso del trono del Cristo por Plaza de San Juan de Dios, la curva de las cuatro esquinas de la Virgen a los sones de “Caridad del Guadalquivir”, o el paso por la tribuna de los pobres del Cristo del Amor mientras su banda interpretaba  las marchas “Pasión, Muerte, Resurrección” y “Ave María”.


     Por su parte, de apoteósico cabría de clasificar el discurrir del trono de la Virgen de la Caridad por la popular tribuna de los pobres a los sones de “Mi Amargura”.

     Ya en la Plaza de las Carmelitas, el trono del Descendimiento pasó con las marchas clásicas “El Desprecio de Herodes y Discesa, mientras la Virgen lo hizo con la no menos clásica “Mater Mea”.

     Así llegamos al encierro, que comenzó con los dos tronos frente a frente e interpretando nuestra banda la marcha “Ave María” para después y a los sones de “La Quinta Angustia” brillantemente interpretada por “Las Golondrinas”, estos se embocaran hacía nuestro tinglado.

     Una vez allí se pudo escuchar a la banda de la cofradía tocar “María Sma. del Rocio” “Marcha Real” y “Oración”, con lo que se dio por concluida una brillante Estación Penitencial en un Viernes Santo inolvidable.

                            


     No queremos finalizar esta crónica sin dejar de agradecer a todas y cada una de las personas, que hicieron todo esto posible; hermanos, horquilleros, penitentes, banda de cornetas y tambores Ntra. Sra. de la Caridad, banda de música Las Golondrinas, las familias Andérica y Peña, policía local, agrupación de cofradías, medios de comunicación y un largo etcétera. Personas que con gran responsabilidad, devoción, y sacrificio, hacen posible que cada primavera suceda el milagro de la Semana Santa veleña.