Manuel
Hernández León, (Sevilla 1.938-2019) crea la imponente imagen del Cristo del Amor en
madera de cedro policromada, mostrándonos a Jesús en una clara composición
triangular, clavado por los pies y las muñecas sobre una cruz arbórea y presentando
todos los signos del martirio previos a la muerte del Redentor.
Realizado
entre 1.993 y 1.994, nos enseña a un Cristo muerto, de 1,82 metros de altura,
con el cuerpo desplomado y la cabeza inclinada hacia su hombro derecho.
|
detalle de clavo en muñecas |
En ella, aparecen potencias doradas del orfebre roteño, Olmo Quirós, que le dan la debida divinidad a la imagen y corona de espinas realizadas por el imaginero malagueño, Juan Vega, en su frente se aprecian las
heridas producidas por esta. Tiene los ojos semi cerrados, la boca entreabierta,
y detalla toda la tensión muscular en parte de su cuello. A pesar de ello,
refleja su rostro gran dulzura y serenidad.
El cuerpo, perfecto en su anatomía, también nos indica que el “Amor” ha expirado,
aunque la rigidez post mortem aún no ha aparecido claramente. El estudio del
torso y del abdomen es genial, impregnados de fuerte dramatismo.
|
Los pies de Cristo |
Como
única vestimenta el crucificado muestra un paño de pureza que describe un
amplio óvalo, se recoge con un gran nudo hacia su lado derecho y se desarrolla
mediante numerosos pliegues de tamaño reducido, en uno de ellos, situado en la
parte de atrás, firmó Hernández León su obra. La pierna derecha se cruza sobre
la izquierda, siendo atravesadas ambas por una gran escarpia.
|
Firma en paño de pureza |
La
cruz arbórea en la que está enclavado, de doce centímetros de diámetro y más de
tres metros de altura, está rematada por la tabla acusadora de su “delito”
escrita en griego, hebreo y latín.
Fue
bendecida la imagen del Santísimo Cristo del Amor en el Altar Mayor de la
Iglesia Conventual de San Francisco, el Domingo 3 de Julio de 1.994 y a las once
horas y cincuenta minutos.
|
El Amor con potencias plateadas |