Un años más, y van treinta y siete, la Virgen de la Caridad recorría al alba las calles del centro histórico de nuestra ciudad para que sus devotos rezaran junto a Ella los misterios del rosario.
Unas calles que unas horas antes vivían con júbilo la procesión extraordinaria del Nazareno de San Francisco, Titular de la cofradía hermana de Poble y Esperanza en su aniversario, y donde se vivieron momentos inolvidables.
Pero lo que en la madrugada era alegría, vítores y marchas procesionales, al amanecer se transformaron en rezos susurrantes, y cánticos con sabor añejo a la Virgen.
Para ello, y por primera vez, nos acompañó en el Rosario de la Aurora el grupo de cuerda y vocal, "Camareta Ipagro" que desde la localidad cordobesa de Aguilar de la Frontera, dedicaron sus sones por campanilleros a la Madre de Dios.
A las ocho en punto de la mañana de ese Domingo 14 de septiembre, la autora del cartel del rosario de este año, Noemí García, dió los primeros toques de campana para que las andas portadas por una treintena de horquilleros y horquilleras, comenzaran la procesión, encabezada por una cruz alzada las banderas franciscana e inmaculista, y dos largas filas de hermanos portando cirios.
Lucia la Santísima Virgen su saya torera, y estrenaba para esta ocasión un manto liso en terciopelo verde, en referencia al Año Jubilar de la Esperanza que estamos viviendo.
Como el año pasado, el recorrido nos llevaría desde San Francisco a la plazuela de la India, y en esta ocasión, tanto la plaza como la calle San Francisco amanecieron engalanadas con tiras de flores, banderolas y pancartas, en un arduo trabajo de los más jóvenes de la cofradía.
La Rea Archicofradía de Rico y Piedad, nos recibió con su guión al paso de la Virgen por el camarín, y se realizó por parte de nuestra hermana mayor y de la vicepresidenta de la agrupación de cofradías de Vélez-Málaga, una ofrenda floral al mural cerámico en la fuente Virgen de la Caridad.
De regreso a San Francisco, ya eran cientos las personas que seguían a la Virgen de la Caridad en su Rosario, que concluyó con una solemne eucaristía oficiada por fray Vicente Prieto y con los cánticos del coro de San Francisco.
Se concluyó la jornada cantándole a la Virgen de la Caridad la Salve en su honor, en una jornada para el recuerdo, donde se nuevo de hizo notar la devoción y cariño que tiene nuestra ciudad a nuestra Sagrada Titular.






























