No ha
empezado bien el año en esta franciscana cofradía no, hace pocos días, recibimos
un mazazo al conocer el repentino fallecimiento de nuestra hermana y camarera
mayor Rosario Flores Martín. Una pérdida irreparable para todos nosotros y
sobre todo para su familia, que podemos decir.
El único
consuelo que nos queda, es el saber que ella conocía perfectamente lo que sus
hermanos de cofradía sentíamos hacía su persona y hacia la labor que realizaba en la Hermandad.
Entrega "Farolillo de honor 2012" |
Publicamos a
continuación, un artículo escrito en su día por el cronista de la cofradía, y que se
incluyó en el libro “El Guión” en su edición de 2006, y que también sirvió de
homenaje a la ya inolvidable figura de nuestra “Charo”.
Rosario
Flores Martín “Charo” Una devoción entre paños y cera
Pocos
días antes de escribir este artículo, recibimos la grata y ansiada noticia de
la firma entre la Junta de Andalucía y la Orden Franciscana, del documento para
comenzar la restauración íntegra del Convento e Iglesia de Santiago de nuestra
ciudad. Dentro de este convento una de las actuaciones más importantes será la
que se realice en la “Capilla del Buen Pastor”, donde desde 1972, se les da
culto a los Sagrados Titulares de la Cofradía del Amor y la Caridad, con lo que
dentro de poco más de dieciocho meses, veremos esta capilla, orgullo del
barroco veleño, totalmente restaurada.
El
lector pensará que tiene que ver esta noticia en un artículo que quiere servir
de homenaje a la Camarera Mayor de la Cofradía de la Caridad, Rosario Flores,
pero si tiene que ver, tiene que ver mucho.
Charo,
como casi todos los hermanos fundadores de esta Cofradía estaba en plena
adolescencia, si no en edad infantil en los primeros años de andadura de la
Hermandad, y fue nombrada al poco tiempo “Camarera Mayor”, siendo desde
entonces la encargada de la limpieza y mantenimiento de esa monumental capilla
y de su ajuar.
Que
cantidad de horas no habrá pasado al cobijo de su magnífica cúpula, de sus
yeserías, de sus rocallas. Y qué cosas no le habrá contado a su Virgen y a su
Cristo, allí en la soledad de lo
olvidado. Pero no solo a ellos, también a su Santa Teresita, a la Virgen
del Pilar y a la de Fátima, incluso a San Fernando y a San Luis mientras los
cogía con sus delicadas manos para quitarles el polvo y le sacaba brillo a sus respectivos altares.
Porque
Charo pertenece a esa nómina de cofrades anónimos que son todo trabajo y
pundonor, y que sin ellos, la existencia de nuestras cofradías sería totalmente
imposible.
Charo
además se apellida Flores y Martín, lo que en este pueblo significa simpatía y
complicidad por los cuatro costados. Pero también puedo afirmar, que no hay
persona más crítica con la cofradía cuando observa que las cosas no van por
donde tienen que ir.
“Camarera
Mayor” eso es solo un cargo, pues no hace uso ni ostentación de él, y estoy
seguro de que muchos de nuestros hermanos conocerán, gracias a este artículo
que Charo es la titular del mismo, pues incluso en la noche del Viernes Santo,
ella es sólo una humilde penitente más, que con el farol en mano ilumina el
camino por donde pasarán su Cristo y su Virgen, aquella Virgen franciscana que
junto a sus amigos de juego rescató para Vélez, a la que con puntadas de
ilusión ayudó a bordar aquel manto de tisú, a la Virgen a la que tanto quiere,
a la que tanto agradece…
En reconocimiento
a todo ese esfuerzo y dedicación, el pasado 10 de diciembre de 2005, y en un
conocido restaurante de nuestra ciudad, sus hermanos de cofradía junto al Rvdo.
Padre Eugenio Martínez Manjón, nos reunimos para ofrecerle un más que merecido
homenaje, y donde se brindó por la paz y por los mejores propósitos para 2006.
Una gran noche para una gran persona, Rosario Flores Martín, nuestra “Charo”.
Dentro
de algunos años, grupos de visitantes vendrán a la Capilla del Buen Pastor para
contemplar su restaurado aspecto, su magnífica cúpula, sus yeserías, sus
pinturas, su Misterio del Descendimiento…y allí, al fondo, sin hacer ruido
verán una figura menuda cambiando los paños de altar mientras masculla
oraciones a su Cristo y a su Virgen, a sus Santos y a sus Santas, a los que tanto quiere, a los que
tanto agradece…
“El Guión”, 13 de marzo
de 2006